lunes, 2 de noviembre de 2015

PATRIÓTICOS TRENDY: CON LAS CUTARRAS EN EL CORAZÓN




En una sociedad tan consumista como la nuestra, toda ocasión vale para comprarse algo nuevo. Si revisamos el calendario Panameño, veremos lo repleto que está de citas temáticas que, en su mayoría, son pretexto de “necesario gasto” tanto en atuendo como en decoración, en su mayoría superficiales, pero, la verdad, pareciera que sin ello la ciudadanía cae en un déficit de expresión personal… 


Entiendo que, para quienes saben aprovecharlo, este comportamiento, a menudo compulsivo, se traduce en ventas aseguradas para los comercios todo el año. Sin ir más lejos, en esta semana pasada miles de panameños salieron despavoridos a gastar lo que aún no habían cobrado, para comprarles un disfraz a sus niños… 


Para muchos es inadmisible crear tu propio disfraz o re-utilizar elementos para decorar tu casa; parecieran no saber en qué mundo viven, pero el caso es que al final, el gasto se percibe como ineludible y “justificado” entre las mentes de este tipo de ciudadano que de algún modo está solo conectado consigo mismo, alienado del mundo real.

Ojalá para el 2016 comiencen a integrarse actitudes más sostenibles… En mi infancia, en mi pueblo natal catalán, nos disfrazábamos en carnaval, pero traer un disfraz “comprado” se consideraba una estupidez, falta de creatividad y una actitud consumista que creaba anti valores… Pero en el 2015, dentro de los hogares panameños faltan verdaderos valores, estimulando el esfuerzo para lograr las cosas, ese esfuerzo de “hacer” y “crear”  versus comprar. Nos falta educar en la austeridad y la sostenibilidad en general, algo que deberían ser pilares educativos de nuestros menores. Al final del día, esto es lo que se traduce en cultura y lo único que tiende puentes hacia un futuro que merezca la pena heredar.

Ya hemos pasado el capítulo de “Halloween” y hoy nos encontramos a las puertas de iniciar los actos de celebración del Mes de la Patria. En este mes celebramos  de todo: independencia, separación, símbolos patrios, momentos históricos y otros tantos motivos que llevan al asueto vacacional de la primera quincena de Noviembre.



Pero el patriotismo es completamente bipolar en Panamá… vemos el fervor en los medios y en las 
instituciones públicas, en los desfiles de las bandas escolares, institucionales e independientes y en los actos oficiales que guardan gran protocolo y solemnidad. (Bueno, eso cuando no cometen errores garrafales en su uso de simbología nacional como hemos visto en los últimos días, pero no entraré al trapo hoy con este asunto, porque es materia para otro post).

Mientras unos celebran la patria, otros celebran el tiempo libre que ésta les brinda y aprovechan para viajar a fuera del país. Entendamos que trabajaron muy duro todo el año y desean disfrutar de tiempo de calidad,  con los suyos y,  sin más remedio, aceptaremos pulpo como animal de compañía… El problema es cuando lo sumamos todo junto, lo licuamos, termina por ser lo único que servimos en los hogares, dando a los niños tradiciones exprés, cuyo único esfuerzo para disfrutarlas pasa por el tiempo de espera en caja para pagar y encima para que luego, no tengan siquiera que desfilar porque “los pobres” tienen derecho a ir de vacaciones...

Creo que quienes desean hacer vacaciones son los padres y cada vez son menos los que apoyan a que sus hijos se vistan de Patria y valoren la historia que los define, su contexto y el país que deberían amar, proteger y al que deberán aportar algún día. ¿Si no les mostramos el camino hoy, cómo esperamos que lo encuentren mañana? Diremos que es culpa del Gobierno, solo que a éste lo componen personas que algún día fueron educadas en un hogar y en una escuela, preguntémonos cómo.

Regresando al tema que hoy me ocupa, éstas fechas reúnen muchísimas celebraciones en nuestro calendario y venimos también de la semana de la moda nacional, cada vez con mayor contenido eco amigable  y de mayor celebración de la identidad panameña, en este caso, enmarcado en el contexto del “Prêt-à-porter”.  Y tras haber podido revisar con calma las propuestas que nuestros medios nos traen para noviembre, inspirados tanto en lo más reciente de la moda local y como en lo más inminente en las calles del país, debo confesar-les  que  me siendo gratamente sorprendida de cómo se ha sabido imponer como tendencia de estilo el “Vestirse de Patria”.


Al decir “Vestirse de Patria” no me refiero necesariamente a vestirse “de típico” -lo cual también vive un poderoso auge- no, en este caso me refiero a la capacidad de tematizar el atuendo casual, dándole guiños que lo identifiquen con Panamá. Que al vestirnos, celebremos Panamá.

Si abrimos las revistas de moda nacionales que nos llegan desde la semana pasada con este tema, veremos las múltiples propuestas de complementos, ideas y combinaciones con prendas de vestir que podemos encontrar en nuestro país. Veremos que existe oferta para todo rango de presupuestos, un sinfín de ideas que podrían hacer de nuestros días de noviembre una oportunidad de reivindicar la identidad nacional panameña, con mucho estilo.    

Veo tops de algodón o lycra con inscripciones plausibles, desde las más obvias que juegan con la palabra Panamá, como el clásico “I (corazón) Panamá”,  hasta  algunos ocurrentes juegos de palabras que les exhorto a que descubran en las boutiques de casco o con las pistas que nos dan los blogueros nacionales de moda… Hay para todas las personalidades y  edades,  pero debo admitir que la selección tiene como denominador común el buen gusto. Es decir, bravo por estas revistas que persiguen inspirar a sus lectores de forma positiva.  


Como parte de la oferta tenemos, por supuesto la ropa “estilizada”, que es aquella que toma como inspiración los elementos que conforman el atuendo típico, para llevarlo a un look más innovador, pero siempre elegante, tanto a nivel casual como formal. Es ideal para mostrar nuestro amor por la cultura panameña y a la vez lucir bien en cualquier circunstancia sin que parezca que vamos “disfrazados”.  Además, suele ser una opción más cómoda o llevadera que el atuendo típico, especialmente para la mujer,  algo que para largas jornadas de observación de desfiles al aire libre, con nuestro clima inclemente, se agradece mucho.

Lo que pareciera “alejarse” de lo tradicional, bien usado, hace justo el efecto contrario, suma a más personas a acercarse a la identidad cultural y tradicional del país.

Podemos encontrar opciones económicas en la popular Avenida B y en la Salsipuedes, en su mayoría de fibras sintéticas, pero que bien combinadas pueden ayudarnos a lograr el efecto deseado o bien, si preferimos lucir una prenda más “fina” que hable muy bien de nuestro conocimiento y respeto a las tradiciones, pero sobre todo, que nos aporte elegancia, entonces deberemos optar por una prenda de lino o hilo de algodón, con fino trabajo y un acabado de gran calidad, para lo cual será preciso encargarla -con tiempo- a cualquiera de los cientos de artesanos expertos que las trabajan con calidad y buen gusto, a nuestra medida y estilo.

De nuevo, olvídense de la inmediatez para obtener un excelente resultado… hay que prever, programarse y valorar la labor del artesano y diseñador panameño…

Pero así sea para ir a hacer la compra al supermercado, o para una salida a cenar o al teatro, es tiempo de combinar,  con estilo y buen gusto,  los elementos claves de estos días: colores patrios, juegos de joyería de pollera combinados con ropa casual o estilizada, o que los patrones y estampados de nuestras prendas frescas y cómodas enaltezcan a Panamá con su nombre o elementos alegóricos.

En joyería, vemos que no todo debe ser oro, este año hay unas propuestas en goldfill muy lindas que, por cierto,  tienen varias ventajas;  pues suelen ser creadas y producidas por manos panameñas, lo cual favorece el ingreso nacional, otra es que su precio es muy inferior al de una joya de oro (se hace más accesible y universal) y por último, no pierden tan rápidamente su brillo y lindo color dorado, algo que sí les sucede a las prendas de fantasía de menor costo, que,  bien a la hora de comprarlas suelen ser algo más económicas, duran poco y por ello terminan siendo más caras.


Y cuando se trate de pisar con fervor, la elección es clara: ¡No hay nada mejor que un buen par de cutarras! Sí, cutarras de todos los colores, acabados, planas o altas con suela topolino. Las hay metalizadas, coloridas o el lindo tono que adquiere el cuero natural curtido…Incluso la cutarra tradicional, la cual no tiene siquiera caucho en la suela y que debe hacerse a la medida, se vuelve un accesorio en tendencia para hombres y mujeres. Si queremos usarlas con estilo casual, solo tenemos que saberlo combinarlas con ropa fresca pero ojo, nada de "ñoñerías", eso no se lleva, vayámonos a la búsqueda de un Look fresco y trendy, como una falda larga de algodón o mezclilla y un suéter sin mangas con un elegante “Viva Panamá”!  

El costo de la vida se ha disparado en nuestro país, esto ya nadie lo pone en duda, pero como vemos, con la amplia oferta actual, vestirnos de Patria puede ser algo que podemos hacer con mucho estilo y un presupuesto ajustado. Tanto despilfarro en Halloween, ¿no me dirán que no se puede invertir en un par de cutarras artesanales y un juego de tembleques? O un sombrero montuno,  que puedas sacar en cada ocasión que lo necesites,  sin que pase de moda ni se vea repetitivo… ¡Eso siempre te hará ver trendy! Siempre  cuando le des el estilo y el porte que merece…


Lo ideal es invertir una sola vez en un buen sombrero y en las cutarras, esas no son caras, eso sí, artesanales, trabajado todo por manos panameñas, lo cual le dará un toque auténtico a tu outfit y será un apoyo al verdadero artesano local, quien lo necesita y mucho. De hecho, solo haremos patria si somos sostenibles en nuestro gasto y en nuestras elecciones diarias. Al fin y al cabo, vestirse de Patria sumándole a ésta y no al revés será, ante todo, cuestión de actitud.


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