martes, 19 de enero de 2016

2016



En este año nada de resoluciones. Lo sé, es que me pareció reiterativo y algo vacío iniciar con esa letanía de propósitos… Preferí iniciar el año con acciones!

Visitar lugares que aún no conocía a pesar de que estén cerca de donde vivo, fue una manera perfecta de cerrar el 2015 y,  trabajar duro por aquellas cosas que anhelo, fue la mejor para iniciar el 2016.

Sé que el tiempo no se acelera y el mes de enero tomará exactamente los mismos días y las mismas horas que los anteriores, sin embargo, empezar el año aterrizando proyectos y haciendo cosas nuevas hace que no te des ni cuenta de que pasan las semanas…  Lo que me lleva al centro de este post, que les debía desde hace SIGLOS; y eso no es una sensación, es real… disculpas por ello!

De mis proyectos aterrizados hablaremos otro día, pues hay que ir por orden.

Mi post de hoy nace de lo impresionada que me dejó la actitud de los internautas en este cambio de año… De repente, sin darme cuenta, la pantalla que tenía en mis manos solo mostraba deseos positivos… No lo puedo llamar lluvia, eso fue un verdadero diluvio que cubría la red! Es el primer año en que el “Grinch” ha perdido por completo la batalla… Se lo mostraba a las personas que tenía cerca para que me confirmaran si eso era una mera sensación subjetiva y sí, era real:

TODOS EMITÍAN UN MENSAJE FAVORABLE AL BIEN COMÚN.



Pensé que estaba alucinando, luego comencé a creer que estaba presenciando un milagro. Me alegré mucho. Desee que eso no cesara. Prometí que no tendría un solo sentimiento de burla por más 
empalagoso que fuera y que esa fresa con crema y azúcar emocional era un regalo gigantesco.



Me nutrí de todas y cada una de las frases con buenos deseos, interiorizando su mensaje y tratando de que su efecto permaneciera en mí el mayor tiempo posible…

Hoy ya es 19 de enero, pensé que a estas alturas todo volvería a ser una lluvia ácida de reclamos y  mala vibra, pero les confieso que no… Sigo viendo a papás mostrando el orgullo por sus hijos, sigo viendo parejas celebrando su amor, sigo viendo a hijos celebrando a sus padres, sigo viendo a nietos celebrando su amor y admiración por sus abuelos… sigo viendo amigos de las mascotas luchando por la dignidad de los animales, sigo viendo familias que comparten su tiempo libre en ambientes abiertos y en la naturaleza, sigo viendo oraciones, sigo viendo frases célebres y constructivas, sigo viendo mensajes a favor de la dignidad de la mujer, recetas sencillas y deliciosas y tips de salud que le hacen bien a quien los recibe…

Sí, sigo recibiendo vibra positiva a diario….  a pesar de que el mundo late al ritmo de ataques, robos, muerte, enfermedades, sequía, maltrato humano, maltrato animal, maltrato a la biodiversidad, parece que también late al ritmo de corazones fuertes que bombean con principios, valores y simplemente, cariño.


Mi conclusión es que vivimos en un mundo difícil donde la adversidad gobierna la vida de demasiados seres humanos y que por ello, siempre que podamos, debemos aportar en positivo. Creo que cada día son más quienes piensan así. (Le sumo a eso que parece que he ido depurando mi lista de amistades al punto que no acepto a personas “tóxicas”, porque son el inicio de todo lo malo como ya expliqué en anteriores post...)

El Papa Francisco nos anunció que habíamos entrado en el año de la misericordia y nos deberíamos preguntar qué significa esto en pleno siglo 21?

Más que resoluciones, te invito, en este 2016, a integrar tres elementos esenciales en tu vida:

1.      Tu familia. Tiempo, el mayor que puedas y de calidad. Atención (escuchándolos), respeto (no juzgándolos), amor (dando muestras de afecto y cariño varias veces al día.  

2.       Tus amigos. A veces la línea entre familia y amigos se confunde porque hay una familia que escoges voluntariamente… Igual, merecen tu cariño, tiempo y atención… tú sabes quienes son tus mejores amigos.

3.       Tu planeta. Integra tres nuevas rutinas de sostenibilidad,  por ejemplo, coloca un letrero visible que te recuerde que debes mantener la llave del agua cerrada mientras no la usas, lleva contigo bolsas re-utilizables para hacer supermercado, elije caminar versus el auto cada vez que puedas hacerlo.



4.       Tu entorno de vida. Trabaja en equipo, esto aplica en el trabajo, en los proyectos de voluntariado, en los deportes… compartiendo espacios y recursos…

5.       Tu grupo objetivo de misericordia o solidaridad. Seleccionar una causa no solo podría cambiar tu vida, mejor aún podría cambiar la de miles de seres humanos.

Al creyente le comparto que tener a Dios en el corazón es una gran ayuda para tener éxito en estos 5 puntos. En fin, noto que actuar en este modo es lo que anhelamos la gran mayoría de forma más o  menos consciente, lo revelan los mensajes del cambio de año en las redes… Ya es tiempo de ponerlo en práctica.

Lo mejor de todo es que si emprendemos este camino, al final del día, quienes más recibimos somos nosotros mismos, con lo que,  aunque seas un perfecto egoísta igual te podría funcionar…

Mira, no puedes evitar que el 2016 se vaya veloz, pero hacer que su paso merezca la pena solo será cuestión de actitud.