miércoles, 30 de abril de 2014

HUMANOS CON CORAZÓN SINTÉTICO

El dilema de la frontera entre lo humano y lo artificial hace tiempo que ocupa páginas y mentes. Pero cuando se trata de un corazón, se abre una inevitable discusión ética e incluso religiosa. ¿Se imaginan que hablemos de que alguien se someta a un trasplante de corazón y que el corazón que reciba no sea un corazón humano?

Pues ya no es materia para nuestra imaginación, sino algo muy real que ya tiene a un protagonista.

El 20 de junio de 2013, a Randy Shepherd, de 40 años, le salvó su vida el Corazón Totalmente Artificial provisorio de SynCardia. Este es el primer y único Corazón Totalmente Artificial aprobado por la FDA, Health Canada y la CE.

 
Shepherd hizo ya una histórica caminata, la primera realizada por una persona sin corazón humano. Completó 4.2 millas en la carrera de Pat’s Run este 26 de abril en Phoenix tras la cual confesó sentirse muy bien como si la carrera hubiera sido parte de su entrenamiento, es decir… prueba superada.
 

Su corazón había recibido fuertes daños en dos ocasiones en las que Shepherd había padecido “fiebre reumática”, eso fue en su adolescencia y las secuelas fueron graves, tanto que fue necesario quitar su corazón y sustituirlo por uno completamente creado de forma artificial.


Este caso de éxito hoy nos abre las puertas a un nuevo escenario de esperanza para millones de seres humanos. Pero también nos demuestra que nuestra esencia no se localiza en nada físico ya que tras sustituir el órgano al que se le atribuye nuestra capacidad de amar, Shepherd sigue siendo el mismo, sigue amando igual a sus seres amados y sigue conservando exactamente sus mismos sentimientos,


El caso es que lo que nos hace humanos no es el tejido que nos compone,  sino nuestra forma de razonar y de vivir, nuestro sistema emocional y el uso que hacemos del mismo, siendo ello una serie de procesos que pueden fuir de forma independiente al origen de los tejidos que nos “compongan”.


Así pues, vivir con la posibilidad de caminar, correr,  comunicarnos… dependerá ante todo de nuestro estado de salud, de integridad física y del rendimiento de nuestros órganos y funciones vitales, así como la calidad con que mantengamos nuestros grupos musculares y los valores de nuestros indicadores de salud, sin embargo, afirmar que somos humanos ya no depende necesariamente de todo lo anterior.

Así pues, que las personas que nos quieren y nos rodean nos consideren un ser humano, como todas las cosas importantes en esta vida, es, simplemente, cuestión de actitud.

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