Hace varios post que no entro al trapo con el tema de la
indumentaria y la verdad, en cierto modo, es síntoma de que la globalización
hace mella en Panamá.
Hombres y mujeres de todo el país han pasado a integrar -en
un periodo de tiempo récord- los cánones que rigen las tendencias de estilo
internacionales, dictados por las oleadas editoriales, digitalmente en su
mayoría, que son los verdaderos guías de nuestras decisiones de vestuario,
peinado, maquillaje y accesorios…
Lo emocionante del asunto es que hoy está de moda romper las reglas de la moda. Pero claro, no se trata de tomarse un mal combinado y luego pescar en el armario cuatro cosas al azar y ponérselas encima....
EXISTEN reglas no escritas que pasan por la genialidad de saber combinar estampados, texturas y formas... es decir, cuando más complejo resulta estar en tendencia, técnicamente hablando, es cuando más se está logrando dar en el clavo! Esto es lo se llama talento para el STREET STYLE y tal parece nos estamos graduando... En este post de hoy analizo el porqué y el camino que nos queda por delante.
Hoy nos gobierna una comunidad internacional intencionalmente
inconexa, que se mueve con una mágica consonancia; un ejército de alfiles del estilo que se
compone de blogueros, It Girls, fashionistas televisivos, iconos de sociedad, nuevos
diseñadores (que la pegan) y conductores de reality shows…
No todos los que se dedican a sembrar tendencias lo logran, sólo
los que fueron bendecidos con el verdadero talento. Una palabra que no podemos
usar a la ligera. Solo con resultados demostrados.
¿Cuándo hay verdadero talento?
Cuando se levanta la ola, cuando se logra una reacción visible del consumidor y acción mueve y conmueve… Ojo, eso no implica “calidad” ni “elegancia”, no necesariamente…
Pero no podemos negar que hay talento cuando se hace visible la capacidad de
destacarse en la disciplina en que uno se mueve sumando fans, admiradores y
consumidores satisfechos con tu producto… las cifras no mienten.
Hoy no podemos alegar argumentos que antaño tenían su parte
de razón, al menos en cuanto a la falta de oportunidades para darte a conocer en el mundo del diseño (sea de moda, de
marcas, de muebles)… Ya no es realista afirmar que el éxito, ese favor relegado
exclusivamente a los más pudientes, mantuvo a este “verdadero artista” alejado
de un público que con gusto lo hubiera admirado… No, el talento en el diseño de
moda o en la capacidad de crear y pautar estilo, tiene un enorme valor porque
es un don que no se les da a todos por igual.
Para muchos, cuesta de entender cómo, en pocos meses,
alguien completamente desconocido pasa a tener decenas de miles de seguidores
que no pueden despegarse de su Tablet para ver con qué outfit salieron hoy a
hacer su paseo, a trabajar, o a cenar
con sus amistades…
Los medios y la comunicación digital hacen posible que la selección de los verdaderos trendsetters sea un proceso natural y real, fruto de la verdadera pasión del seguidor y probablemente del verdadero talento de muy seguidos.
Ese “je ne sais quois” que hace que no puedas evitar
estar pendiente de lo que dijo alguien de como vistió "alguien" más… Entiendo que ha nacido un nuevo
servicio o profesión, fruto de una nueva necesidad y que en Panamá, uno de los
países con mayor número de dispositivos Smart por ciudadano del mundo, ha
barrido con muchos de los pecados de estilo que tan a menudo se criticaban.
Los skinny pants - por ejemplo- han ayudado a que se pase de usar un
pantalón que simplemente no es de tu talla, por uno cuyo corte facilita la
adherencia natural a lo largo de la pierna sin por ello acortar la visual del
cuerpo. Esa magia del patronaje andrógino-chic de los años 50 se funde con las espantosas “mallas”
de los años 90 y los ya casi extintos “leggins” de hace ocho años atrás, dándonos como resultado el híbrido perfecto que nos permite salir a la calle con cierto estilo, sin por ello parecer que andamos con paños menores de tobillos a cintura.
En moda, tuvimos un binomio -por décadas- que ha influido
sobre las decisiones del consumidor, binomio que siempre estuvo respaldado de buen mercadeo, eso se mantiene hoy día, solo que cambiaron las reglas del juego. Ese era el trípode que sostenía la industria de la moda:
DISEÑADOR/A ESTRELLA: el genio (hombre o mujer) que crea un producto de deseo y logra que se imponga
como dictamen, moda o tendencia…
LA MUSA ó ÍCONO DE LA MODA: esa personalidad famosa (actriz,
cantante, miembro de la alta sociedad…) que se convierte en un referente
mundial del estilo y el saber vestir y que el diseñador anhela tener como
imagen “espontánea” de su firma
EL CONSUMIDOR: la persona que valora su imagen y que va a
seguir los dictámenes que el binomio anterior propongan, asegurando asemejarse
en lo posible el icono y pensar que sería aplaudida por el diseñador.
Sin embargo, hoy
nacieron los “influencers” más poderosos que han existido jamás, porque la
verdadera comunicación es la que hoy nos llega a la palma de nuestra mano, y más
que en el oloroso y satinado papel couche de alto gramaje, nos llega con fuerza en las frías pantallas individuales de nuestra
vida, a través de las cuales, recibimos
lo que más nos importa: notas escolares, mensajes de la familia, noticias que nos
cambian la vida, incluso el evangelio del día.
Las redes sociales se ocupan de hacer el extracto de los
contenidos “prime” de las revistas de moda, de los reportajes de las semanas de
la moda y de las noticias de sociedad en las que alguien destacó por verse “tan
mal” o “tan bien”. Los policías de la
moda son la nueva fuerza más temida de la ley natural del éxito social y ellos “pían”
y riegan sus opiniones que con un efecto viral alcanzan todos los
continentes de la tierra.
Panamá, Puente del Mundo y Corazón del Universo. Hoy es
además “EL CAMINO”, “EL HUB DE LAS AMÉRICAS” y tecnológicamente, da pasos
agigantados a diario, siendo sede regional de congresos de "social media", telecomunicaciones, E-marketing, etc... Así que los habitantes de este centro del comercio mundial
y de las conexiones aéreas y marítimas de América, hoy dicen presente en las
normas más variadas pero todas en tendencia del Street Style Universal.
Sin miedo alguno, la mujer panameña combina estampados,
colores y complementos como si su vida dependiera de ello y el resultado es un
mundo de estilo que merece la pena reflejar en las revistas locales, y que
vemos en las calles, en las oficinas y en las fiestas.
Pero ojo, no nos engañemos, seguiremos vigilantes porque la costumbre es la madre
de todos los vicios y algunos no bajamos la guardia en este importante asunto!
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