Que la ecología, la sostenibilidad ambiental y la
responsabilidad con el entorno sigan siendo un tema de debate es absurdo y
preocupante al mismo tiempo.
Sucede que, nos guste o no, sin sostenibilidad en nuestro eco-sistema la sociedad del bienestar se extingue. Si no se muta a los valores necesarios, nuestro mundo se irá al garete (que no sé donde queda, pero el instinto me indica que es mejor no tenerlo que averiguar).
Sucede que, nos guste o no, sin sostenibilidad en nuestro eco-sistema la sociedad del bienestar se extingue. Si no se muta a los valores necesarios, nuestro mundo se irá al garete (que no sé donde queda, pero el instinto me indica que es mejor no tenerlo que averiguar).
Nunca es tarde para aprender y dar nuestros primeros pasitos
en materia de ecología en nuestra vida. Lo hermoso de esto
es que la suma de las voluntades individuales transforma una sociedad con
impresionante facilidad.
Sucede que que la labor más admirable en esta materia proviene
de verdaderas islas sociales, personas extraordinariamente conscientes entre cuyas
preocupaciones está el bienestar de la comunidad y no precisamente por estar en
la administración, sino como conciudadanos, como vecinos y como seres humanos.
No soy activista, no me ato a los árboles, ni encabezo
manifestaciones y sin embargo, vivo como un hecho inadmisible e IN-COM-PREN-SI-BLE
el seguir siendo, el único bicho raro que entra al súper con
bolsas re-utilizables. Me rehúso a pensar que los otros cien clientes que me
topo cada vez en el supermercado no tenían ni idea que tomar bolsas plásticas tan
a menudo es altamente contaminante para
nuestro país y más allá. Además, es un gasto innecesario.
En Panamá, el gasto de las bolsas plásticas lo cubre el
supermercado, lo que al final seguro que recae en el cliente. En otros países como España,
el cliente paga la bolsa, así que igual, de pendejo, también queda pagando.
Pendejos todos al fin, en absolutamente todos los sentidos: maltratamos nuestro
mundo y nuestro bolsillo de forma voluntaria… ¡Venga ya! Cambiemos eso, que no
es tan difícil!
Les digo a mis amigos que obrar bien es más divertido y además te
premia. En mi caso, por ejemplo, “pifio” una bolsa de yute con un dibujo del
autor Mariscal, de Barcelona, nada mal, u otra de una marca bien “fashion” que
me regalaron en una promoción, esa me la velan a menudo... Pero lo mejor es que me dan puntos por cada una de ellas! Si, si... En una de las cadenas de supermercados de
nuestro país te bonifican tus puntos por ello y es canjeable por dinero! Pero ni recibiendo
plata los clientes usan bolsas re-utilizables.
De todos modos, me animo a creer que podemos cambiar esto, porque en realidad es algo sencillo. Los déficits los tenemos en temas fáciles de corregir.
De todos modos, me animo a creer que podemos cambiar esto, porque en realidad es algo sencillo. Los déficits los tenemos en temas fáciles de corregir.
Sin entrar en nada complejo, quería mostrarles que ser
un mejor ciudadano es más facil de lo que pueda parecer y está en manos de todos, así que aquí les dejo una
lista con diez simples tips para ahorrar "nosotros", es decir, a favor d enuestro bolsillo y también ahorrarle gastos y daños a nuestro mundo (que
es de todos). A ver si logramos reducir un poco la cantidad de deshecho inorgánico, qdel cual somos responsables, pues ya no
hay como controlarlo:
1-
Aprovecha los envases de vidrio. Lávalos, hiérvelos
para despegar sus etiquetas de origen y busca los mil usos que tienen, como
guardar una salsa que hiciste o para la leche evaporada (ésta no es saludable
dejarla en su lata original)
2- Usa bolsas re-utilizables siempre que hagas tu
súper
3- No botes los periódicos en la basura, llévalos
para envolver botellas que compres o ciertos productos que compres en el
mercado
4- La basura tiene su lugar y si lo
buscas lo encontrarás, pero si tienes dificultades con esto y andas en tu auto,
usa las bolsitas de las que te dan en la farmacia o en los comercios, para guardar tu basurita y luego lo botas al llegar a destino en un lugar idóneo. Pero por lo ventana no, por favor,
es aberrante. A menos que seas menso, no lo hagas. Y si eres menso, habrá que crear
una ley para que “ser tan menso” te cueste caro.
5- Para un ahorro energético y de recursos hídricos apaga
la luz al salir de una habitación. No abras la refrigeradora a cada rato (eso
ayuda también a guardar la línea) y por piedad, abre la llave del agua solo
cuando necesitas de ésta.
6-
Evita comprar alimentos en latas o en envases
individualizados para llevarte al trabajo. Cocinar a diario cosas sencillas toma tiempo y esfuerzo, cierto, pero también favorece tu salud y tu bolsillo.
Usa vasijas o envases con tapa para llevar a tu oficina comida casera y frutas.
7- Evita comprar comidas preparadas, sus envases no
suelen ser re-utilizables y generalmente son altamente contaminantes porque al
no ser de cartón ni papel no se descomponen con facilidad. Además, revienta el
bolsillo...
8- No imprimas lo que no necesites. Aún hay gente
que tiende a imprimir todo lo que le llega por correo electrónico, lo que no es
necesario y altamente contaminante.
9- Agrupa las coladas para usar menos veces la lavadora.
Puedes combinar esa ropa más resistente junto con ropa más delicada, protegiendo
a la última en bolsas de lavadora, con mallita y zipper, son muy útiles y te
permiten aprovechar muy bien la lavada.
10- Lleva contigo una bolsa suficientemente grande, doblada en tu bolsillo, para que la basura que
generes en tus paseos sea debidamente botada en un lugar adecuado y no deplorablemente regada por ahí. Sentir respeto hacia
la naturaleza es clave para que ésta reséte que estés en ella y conlleva buenas decisiones para el bien de todos como el cuidado de los ríos,
parques, animales en la naturaleza y nuestras playas. Jamás debemos dejar rastro de por donde hemos pasado.
Al fin y al cabo, salvar el planeta, como todas las cosas
importantes en la vida, es Cuestión de Actitud.