viernes, 29 de julio de 2016

ALERTA PANAMÁ: ANOREXIA EN EL HORIZONTE


Por si no fueran suficientes los retos que deben enfrentar los jóvenes en Panamá, la cosa se complica aún más.

Los “millenial” representan sin duda una franja de consumidores clave para importantes servicios y productos que necesitan competir con fiereza en nuestro mercado... Sin embargo, hay algo en lo que no parece estar tan claro el sector adulto: Cualquier mensaje dirigido a este perfil de consumidores no sólo los impactará a ellos, sino que también será fulminante sobre las generaciones que los siguen.

Las generaciones “post millenial” son un público aún más vulnerable que sus antecesores, pues su proceso de formación de criterio se encuentra en fase prematura y no por ello dejan de mirar hacia los jóvenes de mayor edad que ellos, a quienes tienen como un modelo a seguir.

Esto ha sucedido siempre, ahora no es diferente de hace cien años, pero cada momento tiene sus propias oportunidades y sus propias amenazas y es importante prestar atención al presente para aminorar desgracias a futuro.  

Es innegable que a partir de las decisiones de consumo de los millenial nacerán parte importante de las “necesidades” de consumo  de las generaciones siguientes...

Hablamos de un impacto incontrolado sobre quienes hoy tienen entre los 8 y los 18 años… Niños, niñas y adolescentes, todos menores de edad.

Katja, la hermana mayor, en el film "El Hijo Perfecto" de Sanna Lenken, está decidida en su afán de entrenar hasta no dar más y dejar de comer para ser tan delgada como su vida se lo permita, ...
El post de hoy nace a partir de la campaña que estaba analizando el pasado viernes, un esfuerzo publicitario real y actual de unos importantes almacenes en Panamá, en el que rezan  estar orgullosamente identificados con el colectivo “millennial”. 

El anuncio en cuestión, muestra a dos chicas jóvenes vestidas de mezclilla (o jean), maquilladas con un efecto natural, la verdad,  algo “apagado”,  que sin ser obvio me llevó a pensar que quizás esas modelos estaban algo cansadas o les falta hierro…  Un efecto similar se muestra en la naturalidad en su melena, sin mostrar exceso de brillo ni color. Hasta aquí podríamos decir que no hay nada de malo, al contrario, pareciera impulsarse la naturalidad; No así cuando bajamos la mirada y observamos los cuerpos de las modelos, pues éstos presentan una preocupante delgadez.

Regresamos al rostro, entonces ese efecto de falta de rubor y colores tan neutros, pienso que de forma estratégica acentúa esa imagen que me transporta directamente a las modelos del cambio de milenio,  tan pálidas y delgadas, algo despreocupadas, pero con la mirada irreverente de quien está convencido que marca el paso del mundo,  mientras lo pierde de vista.

Me pregunto qué pensarán las niñas y jóvenes que hayan visto -y verán- esa campaña… Peor aún, ¿qué sentirán cuando acudan frente al espejo? ¿Querrán verse igual que esas dos jóvenes?

El drama aquí es que si nos olvidamos del maquillaje, de la post producción digital y de la dirección de moda del reportaje, ese aspecto solamente se logra de una manera: Enfermándose.

Es decir, la única forma es que una niña o jovencita logra ese “efecto” en su aspecto es dejando de alimentarse. Señores, ¡ya vimos eso! Aprendamos de la experiencia... 

La extrema delgadez que nos trajo la espera del cambio de milenio nos hizo vivir esos desfiles de la muerte: pasarelas deprimentes, con escuálidas mujeres que parecía que en cualquier momento se iban a derrumbar;  De veras no podía uno disfrutar del diseño que “lucían” porque era realmente desagradable ver el estado de desnutrición y visible enfermedad de esas personas.

La moda se nutre de las tendencias de actitud y las tendencias de actitud se inspiran con la moda… Y hoy, sé que mi preocupación hoy es lícita y estoy detectando lo que debería ser tomado como  “BANDERA ROJA”…

Crecí admirando a las “TOP MODEL”, eran los noventa  y esas mujeres representaban lo mejor de la belleza y la actitud de la mujer moderna…


Linda Evangelista, Cindy Crawford, Karen Mulder, Claudia Shiffer, Eva Herzigova,  Naomi Campbell y Elle McPherson…  Ellas eran las reinas de la pasarela. Nadie más tenía la proyección de esas mujeres, y todas tenían cuerpos espectaculares que hacían lucir la ropa de maravilla pero atención, estaban delgadas dentro de lo saludable, todas tenían “carne” entre la piel y el hueso, tenían forma y tenían curvas.   Pero luego llegó la siguiente hornada… Recuerdan a la hermosa Amber Valleta, ella nos ha hecho disfrutar en la última década con entretenidas películas en el cine, Christy Turlington, la exótica Shalom, quien también ha tenido sus contribuciones al séptimo arte… e incluso la que luego fuera Primera dama francesa, Carla Bruni, otra polifacética mujer, pero todas ellas comenzaban a ser mucho más delgadas, algunas de ellas llegando a un exceso y sin embargo triunfaban.  Finalmente, llegó Kate Moss y desde ese punto sólo quienes tuvieran actitud de padecer una anemia galopante y de haber consumido en exceso algún tipo de droga, recibían “el reconocimiento de la industria”...

Linda, Claudia y Naomi comenzaron a convertirse en las reinas “madre”  para dar paso las “princesas”, modelos hermosas pero que mostraban extrema delgadez.

Recuerdo que en ese tiempo en España triunfaban Laura Ponte, Eugenia Silva, Esther Cañadas y Nieves Álvarez, todas ellas espectaculares y exitosas, pero cada vez salían más delgadas a la pasarela…

En ese tiempo, yo era adolescente, ya medida 1.74m y  participaba en desfiles de moda, de hecho yo amaba la moda y me sigue fascinando, pero entonces dejé el modelaje porque mi naturaleza era delgada y aun así solían pedirme que perdiera más peso… “Estas divina Martita, pero crees que podrías bajar 4 kilitos para el jueves?”  …Eso era completamente absurdo para mí y en mi rebeldía llegaba a los ensayos con mi emparedado de jamón de jabugo y queso manchego. Como podrán imaginarse, todos me miraban como si fuera el diablo. Lo peor era que, tras saborear esa delicia, lo menos que esperaban de mi era que lo vomitase… ¿Se imaginan? ¿Quién en su sano juicio vomita voluntariamente tras una deliciosa y nutritiva comida? 

...Me di cuenta que muchas de las personas a mi alrededor estaban locas o enfermas, así lo veía a esa temprana edad así que,  afortunadamente,  opté por enfocarme en otras cosas que me hicieran más feliz y concentrarme en mis estudios…

Un buen día,  Nieves Álvarez salió en las noticias como enferma de anorexia. Como ella, muchas jovencitas en ese momento quedaron en los hospitales por la misma causa. Bulimia y Anorexia parecían haberse convertido en una imparable epidemia.  


Nieves se recuperó  y escribió un libro para asegurarse de que su experiencia personal ayudara a otras chicas a vencer  esa enfermedad.  Pero esa lucha era difícil, porque la gente comenzó a aplaudir la delgadez.

“Qué suerte tienes, te ves delgadísima”  esa fue una de las frases más diabólicas de la España en el cambio de milenio. Se relacionaba la delgadez con el éxito. Una persona que no estuviera delgada no podía ser una persona de éxito bajo la absurda mentalidad de ese momento.

Fue devastador, jóvenes y adultos, hombres y mujeres, comenzaron a no querer comer o a vomitar lo que comían… y así se enfermaban… algunos morían.    

Hoy, casi veinte años más tarde, pensé que habíamos aprendido de esa experiencia y que no permitiríamos que eso ocurriera jamás.

En los últimos años hemos visto de todo, desde el regreso de modelos TOP con Giselle, Adriana, Alejandra...la factoría de ángeles que fue controversial con su campaña de "El cuerpo perfecto", que tuvo sus campañas de crítica y reacción.... vimos un el “get back” a los años 50 en la farándula y la música, con personajes como Dita Von Teese, Katy Perry o Lady Gaga, que en los últimos años le han dicho al mundo que ser mujer no basta, sino que es importante estar orgullosa de ello y mostrarse al mundo sin complejos,  expresándote con total libertad.


De forma más sencilla y sin tantos artificios, vimos también las campañas de publicidad de cosméticos enfocadas a la “belleza real” y también un interesante surgimiento de modelos de talla grande como un nuevo modelo de belleza que pasó a integrarse en el patio de tendencias, tan deseable como cualquier otro.

También vemos tendencias extremas -más difíciles de comprender para mí- como la que lleva a las mujeres a entrar a un quirófano y jugarse la vida para introducir en su cuerpo prótesis artificiales que les permitan lucir gigantescas nalgas. Mujeres ávidas de fama o de “éxito social”, en esta década  se han enfocado  en la misión de amplificar sus curvas como sea, así y pierdan la vida en el intento…

…Pero así trabaja la ley del péndulo, pasamos de cadáveres caminantes a mujeres rellenas de prótesis para mostrar una hiperbólica deformación de la feminidad natural…

Las curvas van y vienen, la escualidez va y viene… lo que nunca pasa de moda es la elegancia y ésta pasa por anteponer elementos de autenticidad mental, intelectual y de actitud por delante de elementos meramente sexuales o de esclavitud social.

En Panamá, entiendo que ciertos fenómenos que han afectado fuertemente mercados como el Europeo, no habían podido golpear con la misma crudeza. Pero ya no pienso que estemos libres de peligro cuando en el horizonte asoma la amenaza... El anuncio publicitario que perturbó mi paz mental hoy se erige ante mí como una bandera ROJA.

En nuestras latitudes, mujeres que para asegurar una mayor “aceptación” y “admiración” tuvieron que aumentar el tamaño de algún elemento de su cuerpo, en base a los cánones de atractivo sexual de las personas que ellas deseaban complacer,  hoy se hallan ante el reto de decirle a sus hijas que deben quererse a sí mismas y "aceptar su naturaleza" para evitar que éstas se enfermen.

La anorexia mata. Tengamos eso claro. No hablamos de un problema de conducta, hablamos de una enfermedad.  

En cuanto a la campaña en cuestión, entiendo que quienes la aprobaron son personas adultas, con cargos de responsabilidad que toman importantes decisiones de mercadeo. Pues bien, parte de ser un profesional en los tiempos que corren debería pasar por integrar responsabilidad social en tus mensajes.

Lo que está claro es que la falta de responsabilidad en una campaña publicitaria podría traer graves consecuencias y no podemos ser los animales que fuimos en el cambio de milenio.

La infancia y la juventud están en peligro porque quienes estamos marcando sus rumbos actuamos de forma irresponsable… Lo hacemos al aprobar una imagen con dos jóvenes modelos que -claramente- necesitan mejorar su alimentación y que además comienzan a mirar al lente con cara de pre-enfermas… Ya lo vimos antes y les digo que no termina bien.

Es importante educar en nutrición, para que las personas estén saludables. Pero eso implica una vida balanceada, con una alimentación completa y una rutina de ejercicio regular. 

En Panamá ha proliferado la practica del fitness de forma histórica. Hoy es normal practicar crossfit e ir a diario al gimnasio. Hasta cierto punto estamos ante una tendencia pro salud. Sin embargo hay una delgada linea entre lo saludable y lo obsesivo o esclavizante y creo que todo, en extremo es perjudicial. 

Si a la ola de running, crossfit y fitness que ha entrado como un tsunami, le sumamos la visible tendencia a reducir la talla de nuestras modelos nacionales, estamos contemplando el antesala de la que podría ser una epidemia de anorexia.  




Paremos esto ahora, antes de que nuestros jóvenes comiencen a querer hallar en las drogas y el cigarrillo, la forma de camuflar la sensación de hambre, antes de que comiencen a vomitar tras cada injesta…. Antes de que se deforme su auto percepción hasta un nivel patológico y solo quede para ellos la terapia psiquiátrica y un hospital.

Cada persona es un mundo y su naturaleza también. las curvas naturales son algo lindo, pero quienes aun no han desarrollado suficiente seguridad necesitan saberlo. La juventud es hermosa de por sí, pero ellos no lo saben. Necesitan nuestro refuerzo. Las relaciones interpersonales son más difíciles en la adolescencia, hay muchas presiones emocionales y muchos procesos de adaptación y ello, de por sí ya es bastante complicado de gestionar si además se le agrega la presión de tener que estar apareciendo en las redes sociales y esperar la aceptación. 

Es delicado dejarlo a la suerte de quienes aun no han construido su criterio totalmente. Demos más apoyo a los jóvenes, ayudemos a que crezcan con una mejor autoestima.  

No exagero, estamos ante una potencial inminente epidemia de bulimia y anorexia y si no actuamos ahora, será tarde para quienes confían en que nosotros “gestionemos” su mundo hasta que lo hagan ellos por sí mismos. Pero si queremos, podemos salvar a las generaciones que dependen de nuestras decisiones, tan solo es cuestión de actitud.  

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