jueves, 21 de julio de 2016

LA MUERTE DEL HOMO SAPIENS SAPIENS


Crecí en un ambiente en el que el valor de las personas residía en sus actos y cuyos derechos primordiales eran inherentes a su existencia… Quizás por eso el concepto de "machismo" fue por años un tanto exótico para mí. Pero al crecer, entendí que el machismo es real, que está por doquier y que es dañino para todos, hombres y mujeres pues llevado al extremo destruye la vida de las personas a las que afecta, tanto directa como indirectamente. 

Con el pasar de los años aprendí que si queremos un mundo mejor debemos contrarrestar los efectos nocivos del sexismo que se halla implícito en tantos y tantos mensajes que se emiten a diario, producto de una mentalidad poco o muy machista que hemos “tolerado” de forma imprudente como sociedad. 



Algunos medios han anunciado que hemos entrado de lleno en la Tercera Guerra Mundial. Yo creo que el mundo está en guerra en muchos sentidos...Estamos afectados a diario por muchos miedos y frustraciones que no todas las personas saben gestionar de forma asertiva. 

Desde hace un millón de años atrás hasta hoy, todo lo que hemos logrado ha sido quedarnos en “HOMO SAPIENS” y por eso usamos la violencia como un recurso primario... Estamos estancados, no hemos evolucionado. 



Mientras la violencia doméstica o intrafamiliar es la respuesta para personas de a pie, cuya parcela de poder no va mas allá de su casa, no debe extrañarnos la violencia a gran escala que llevan a cabo las personas cuya parcela de poder es un territorio completo...


Quizás ya sea tiempo de evolucionar un poco más, de matar al Homo Sapiens y evolucionar al "HOMO CONSCENTIS”...



Si nos quedamos en "sapiens" nos limitamos solamente a querer “saber” y "tener",  es decir, acumular información (especialmente si ayuda a desacreditar a otros,) y a acumular bienes, a cualquier precio... cuya máxima expresión de traduce en sed de “Poder”, también a cualquier precio.

Para evolucionar como especie, lo primero que deberíamos dejar atrás, antes incluso que los incisivos y el vello corporal, es el machismo. Lejos de ello, he notado que está más agudizado últimamente. 



Por supuesto que en todo proceso evolutivo tenemos avances y retrocesos y que al final gana la selección natural... Aquí juegan con ventaja las personas más evolucionadas, con especial énfasis en los varones, que fueron educados con amor y respeto, carecen de complejos, se sienten seguros de sí mismos y adoran que cualquier mujer se pueda lograr empoderar, especialmente si se trata de su compañera de vida, siempre lo haga con respeto por sí misma y sepa disfrutar de sus éxitos. 

En el caso de los varones que tienen esta visión de sus congéneres me atrevo a afirmar que son una “sexy” minoría que, dicho sea de paso,  está sabiendo aprovecharlo, pues, según los expertos, ellos son los pocos varones “felices” de nuestro mundo.  

En días pasados leí en uno de los principales periódicos de España que en ese mismo país una mujer es violada cada ocho minutos. ¿Perdón? Lo tuve que leer completo, porque pensé que era un dato errado en el titular. ¿Ustedes sabían eso? Yo no. Luego me di cuenta que no hubo respuesta en las redes, difícilmente las personas de mi alrededor supieron de esta grave situación, que más concretamente azota a España, uno de los países más observados y populares en occidente.

Entonces comencé a evaluar la situación a un nivel más local. Viendo cifras, podemos afirmar que efectivamente, existe mucha violencia contra la mujer en nuestras ciudades, de hecho, en toda Iberoamérica, y sin embargo,  prácticamente reina el silencio alrededor de este asunto en medio del gran “diálogo social digital”.

Si consideramos que ese dialogo digital suele dar los indicadores de las inquietudes, gustos, preferencias y temas de mayor interés de las personas, el silencio alrededor de la violencia de género me dispara un sinfín de interrogantes y nuevas preocupaciones…  


Hombres y mujeres, no solo somos “dueños de nuestras palabras”, también somos “esclavos de nuestro silencio” y sin ir más lejos, en Panamá crecieron los femicidios y la violencia doméstica de forma alarmante pero tampoco hay “ruido” en las redes al respecto.

La ley 61, por contrario, sí ha suscitado gran debate y muchísimo interés... También las noticias sobre aspectos de gobierno o políticas vemos que mueven pasiones, con un sinfín de opiniones y comentarios de toda clase...  Pero la violencia contra mujeres, nada,  muere con ellas, en un aterrador silencio.

Así que opté por consultar a un analítico de redes sociales para que me informara sobre los temas que generan más tendencia y diálogo digital, a ver si comprendía mejor qué está pasando...En primer lugar, me indica que los culpables o  agresores, en todas esas noticias de violencia de género que le mostraba,  no tienen relación alguna con la religión ni con la política. 

Es más, el denominador común en los “culpables” o los “violentos” se halla en tres elementos claves: hombres, españoles o panameños (según la noticia) y adultos o mayores de edad. Y entonces me explicó que la gente no suele airear ni enfocarse en que se aireen malas acciones perpetradas por alguien que en esencia es muy parecido a uno, a menos que sea alguien con mucha consciencia y que viva con un fuerte sentido solidario hacia las víctimas. 

Por último, en todos los casos que revisábamos, las víctimas son mujeres, desde menores de edad hasta ancianas. Y lamentablemente no son el colectivo de víctima más popular para desatar diálogo.

Quienes son  las víctimas más populares en las redes, que logran atención y comentarios? En primer lugar tenemos a las mascotas, en segundo lugar los famosos -o celebridades- que han vivido alguna situación que los afecte negativamente, luego, vienen las víctimas de terrorismo,  pero ojo, cuando éstas son de ciertos países, siguen las de catástrofes naturales y  así nos vamos… Pero hasta llegar a “mujeres que injustamente hayan sido agredidas por un hombre” parece que hay una larga lista de prioridades en la preocupación social.



Así que esta semana he descubierto que, por terrible que sea un acto de violencia,  cuando su víctima es mujer y el acto no se vincula a la religión ni a la política, cabe concluir que se trata de una noticia que carece de interés para el usuario de redes sociales.

AMIGOS, SI ESTO ES ASÍ, PERMITAN QUE LE DIGA QUE ESTAMOS EN GRAVES PROBLEMAS. 

La verdad es que piensen lo que piensen, deben saber que si no velamos pronto por la felicidad de la mitad del planeta, la otra mitad está perdida y ello empieza en tu casa, en tu barrio, en tu ciudad… 

Si les soy franca no me había dado cuenta de que tenemos las redes invadidas de hombres y mujeres machistas. Yo no lo tenía tan claro y ahí es donde descubro la segunda parte de esta realidad. Estos "sapiens" no se ven "pre-históricos" en sus maneras, ni en su vestir... Son atrevidos sumándose a usar tendencias y hacen incluso afirmaciones "feministas"... Son personas que señalan a otros como "retrógrados"... Es decir, tenemos una gran cantidad de hombres y mujeres, que se ponen uniforme neo-liberal o persona de "mentalidad abierta", solidarios y preocupados por el bien común, pero es sólo para que nadie pueda cuestionarlos y así pueden cuestionar cómodamente todo cuanto les convenga o sepultar en las sombras todo aquello que pueda ser "incomodo".

Vivimos pues un nuevo machismo que lo practican, tal parece,  una preocupante cantidad de usuarios de las redes sociales. 

Estamos pues ante un nuevo machismo encubierto que “acepta” a la mujer en el deporte, pero le molesta la pérdida de “atractivo” sexual que implica el alto desarrollo de sus grupos musculares. Es decir, que no ve a una atleta, sino a la “mujer”, a diferencia de cuando observa a un varón, entonces sí ve al “atleta” y no al hombre.

Y si hablamos de vida pública o política, este machismo acepta a la mujer en ella,  siempre y cuando complazca una visión satisfactoria de su realidad…Por ejemplo, en el caso de Theresa May,  este perfil de opinantes procuraron destacar que uno de los valores más reseñables de la nueva Primera Ministra era su “debilidad” por la moda y los zapatos, asegurándose de forma perversa que la feminidad (que en sí misma es algo hermoso y bueno), en este caso fuera alimento de una visión peyorativa de una mujer de poder.

Creo que la mayoría de las personas viven con miedo y solo defienden lo que miserablemente les conviene. Quizás nosotros mismos, usted, yo,  caigamos a veces en dejarnos llevar por algun tipo de falta de seguridad, pues somos humanos... y todavía "homo sapiens"...Pero este no debe ser un tema para tomar a la ligera... Así que, mi sugerencia es la siguiente: A la pregunta de ¿se considera usted machista?, Simplemente no corramos a dar un no… Evaluemos antes si estamos siendo de veras justos y valientes…


¿Aceptamos un mundo con total igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres? ¿Nos gusta un mundo en el que una mujer plástica pueda ser líder y una mujer que no invirtió en lo absoluto en variar su aspecto externo, también pueda, porque lleguemos a aceptar que la apariencia no define nuestras habilidades sino nuestro proceder a su consecución?

Bien poco tienen que ver las etiquetas con los actos que son malos, violentos o que perjudican a inocentes. Son las personas que los llevan a cabo sus responsables. Y para evitar los actos de maldad,  debemos empezar por no caer en su patrocinio así sea de de forma inconsciente. 



Atrevámonos a evolucionar de “HOMO SAPIENS” a “HOMO CONSCIENTIS”.

Es urgente plantear este salto evolutivo ya que si no luchamos en pos de las dos mitades del mundo, no habrá un mundo por el que luchar. Y créanme, no es tan complicado, al fin y al cabo, mantener un ojo crítico ante la realidad sin caer en una doble moral, es tan solo Cuestión de Actitud. 

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