lunes, 13 de enero de 2014

Ética: la "hormona" del crecimiento económico



Sin ética no hay futuro en los negocios. Es lo que aseguran los expertos, siendo una realidad que aplica a nivel mundial y que por supuesto incluye a Panamá, un mercado fuerte y líder que no se queda fuera de esta premisa inherente a la búsqueda del éxito.

El mundo ha cambiado y tiene asientos preferentes para quienes tienen la facultad de entenderlo y asumirlo. Hoy, hacer negocios y ser emprendedor ha dejado de ser una opción reservada a las minorías, para convertirse en respuesta para muchos que estaban inmersos en el sistema económico como asalariados de empresas. Pues el mundo de las macro planillas empresariales desaparece rápidamente y en su lugar, crece el tejido de emprendedores que conforma un nuevo panorama socio-económico. Pero este mercado no es pasto para las bestias con fallas o debilidades en materia de ética empresarial; La evolución del sistema en el mercado globalizado nos facilida hacer "spread" de ideas y viralizar la promoción de nuestros productos y servicios, sí,  pero con la misma voracidad extiende hasta los puertos más remotos la peste de una mala acción o mala gestión de la confianza agena.

Las viejas reglas del juego, o la ley del "más fuerte" se tornaron en piezas de museo en un mundo que mide realidades sostenibles versus burbujas o cortinas de humo... éstas ya han perjudicado demasiado la economía del planeta.

El nuestro, es un mercado cuya sinergia se rompe cuando se rompen las reglas del juego y que descarta con su propia fuerza centrífuga, a todos quienes rompan la ética en sus decisiones y acciones. Es decir, aquellos que todavía se resisten e insisten en hacerse ricos a base de defraudar a terceros, irrespetar contratos, mentir en la oferta o en la capacidad de servicio, se han convertido en una especie en extinción, deprimente y deplorable, que cae en picada.



Si eres una persona incapaz de "vender humo", de incumplir un contrato y te enfocas en dar el mejor servicio al cliente, eres justo con tus precios y persigues calidad como premisa, entonces estás listo para el éxito: a mis amistades que se sienten insatisfechos con su situación profesional les digo que ellos son los únicos que pueden cambiarla. Eso sí, no todos están preparados mentalmente para emprender, gestionar, hacer crecer y menos, mantener, un negocio. La educación en los hogares, sumada a los mensajes que a menudo se lanzan a través de los medios de comunicación, en la inevitable persecución del control de las audiencias, suele basarse en la cultura del miedo.

Ojo, la prudencia y el adecuado cálculo de probabilidades son caminos inteligentes a la hora de tomar decisiones, pero no deben confundirse con el miedo. El miedo es contagioso y tiene muchos efectos secundarios. Y generalmente sobran las razones para justificarlo. Pero es lo menos práctico que puede crear tu mente.

Vencer miedos pasa por tomar decisiones prácticas. Es algo que nadie puede hacer por ti,  eres tú quien toma tus decisiones, pero solo tendrás éxito cuando el respeto y los beneficios que anhelas para ti, sean los mismos que profesas y proyectas "hacia y para" los demás.

La solidaridad, la cooperación y la ética son las nuevas hormonas del crecimiento económico y lo único que de veras podrá alimentar tu éxito de forma sostenida.
 
Al fin y al cabo, obtener resultados positivos en tu negocio, como todas las cosas importantes en la vida, es Cuestión de Actitud.

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